(Leído en enero de 2015)
Portada
de la preciosa edición de la editorial asturiana dÉpoca y
cuyo interior nos sorprende con un marcapáginas y una pequeña lámina que
reproducen el bello retrato femenino de la cubierta de El misterio de
Gramercy Park.
(Fuente: Elaboración propia).
Hoy reseño mi único
regalo literario de los Reyes de 2015: http://pinceladasdeliteratura.blogspot.com.es/2015/01/mis-regalos-literarios-de-los-reyes-2015.html.
Se trata de un clásico de la novela policíaca
estadounidense de finales del siglo XIX inédito en España hasta que en la
editorial dÉpoca han decidido
traducirlo, editarlo y publicarlo el pasado mes de octubre de 2014 dentro de su
colección Misterios
de Época.
Ya lo he dicho varias
veces y vuelvo a insistir en esta reseña en el hecho de que un clásico hay que
leerlo teniendo en cuenta cual fue el contexto histórico y socio-cultural en el
que se escribió para intentar evitar cometer el error de hacerlo con la
mentalidad del siglo XXI propia de Europa Occidental. En la novela que hoy
reseño hay que tenerlo muy presente porque es una novela policíaca que parece
bastante inocente si la comparamos con las que se escriben hoy día o las series
de televisión policíacas a las que los Estados Unidos nos tiene tan
acostumbrados: Castle, Blue Bloods, CSI Nueva York, NCIS Los
Ángeles o Hawai 5.0 por citar
sólo algunos ejemplos.
Sobrecubierta
de El
misterio de Gramercy Park de
la editorial dÉpoca.
(Fuente: https://www.facebook.com/pages/d%C3%89poca-Editorial/229457157066312?sk=photos_stream).
El misterio de Gramercy Park se
publicó en los Estados Unidos en 1897 y la novela ha sido escrita por Anna
Katharine Green (Nueva York, 1846 – 1935). Ha sido traducida del inglés
americano al español por Rosa Sahuquillo Moreno y Susanna González. Es una
edición ilustrada en tapas duras con sobrecubierta y lazo de punto de lectura,
está muy cuidada y es preciosa. Tiene 400 páginas (catorce de ellas dedicadas a
la Introducción escrita por Carmen
Forján y seis de ellas que nos muestran parte del catálogo de la editorial dÉpoca, entre los que se encuentran dos
novelas que podéis encontrar ya reseñadas en el blog: Evelina de Frances Burney y El secreto de Aurora Floyd de Mary Elizabeth Braddon) y 42 capítulos divididos en
cuatro partes. Cuesta 23,50 euros. Está muy bien traducida aunque me haya
encontrado alguna escasa e imperceptible errata.
La novela está protagonizada
por la detective aficionada la señorita Amelia Butterworth de cincuenta y pico
años y el detective Gryce de setenta y tantos. El tándem es bastante curioso y
muy efectivo. La protagonista femenina es un personaje muy interesante y algo
revolucionario para la época aunque no llega a ser un fiel reflejo de las
muchas mujeres sufragistas que hubo en Nueva Zelanda, Europa y Estados Unidos a
finales del siglo XIX y principios del XX.
He disfrutado mucho
leyendo cómo se llevaba a cabo la investigación de un crimen con los escasos
medios con los que contaba la policía de Nueva York en los albores del siglo
XX. Me ha llamado mucho la atención el juicio que se desarrolla en la primera
parte de la novela. He visto muchos elementos que caracterizan muy bien lo que
hoy día conocemos como novela policíaca y es que Anna Katharine Green es una de
las escritoras pioneras de este género literario.
El
misterio de Gramercy Park es una novela para leer
con tranquilidad y disfrutar de cada de las palabras que la componen. A mí lo
que más me ha gustado de la edición son cómo los editores de dÉpoca han destacado las letras capitales
con las que se inician cada capítulo, las notas a pie de página con las que
siempre se aprende alguna que otra anécdota u hecho histórico de interés y
alguna que otra ilustración.
Valoración “El misterio de Gramercy Park” (Anna Katharine Green):
10/10
Otra reseña interesante de El misterio de Gramercy Park:
http://www.littlered.es/2014/11/resena-el-misterio-de-gramercy-park.html
(Publicada el 11 de noviembre de 2014)
Yo no tenía la menor duda de que lo dusfrutarías, Elena. No me equivoqué, ya veo.
ResponderEliminarBesines,
@Carmen Forján Gracias por comentar. Un beso, Elena Velarde.
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