18 feb 2016

"Una canción para Novalie" (María Martínez)

(Leído entre enero y febrero de 2016)
Reconozco que esta novela New Adult apenas me llamaba la atención cuando Maria Martínez dejaba caer que era muy diferente a Cruzandolos límites sin contar casi nada sobre ella y en un principio, cuando sólo se conocían o sus siglas o su título completo, no pensaba leerla. Sin embargo, a finales de agosto tanto la editorial como la autora hicieron públicas la cubierta y la sinopsis y empezó a llamarme la atención y decidí darle una oportunidad sin sospechar que se convertiría en mi primera mejor lectura de 2016 y en la mejor novela New Adult que he leído hasta el momento. El diseño de la cubierta es muy veraniego, cálido y bonito (y eso que a mí no me gusta nada el amarillo, tanto es así que tengo rotuladores y subrayadores de muchos colores menos del color citado y que suele ser uno de los más usados). No sé si lo que refleja la cubierta es una fotografía o una pintura muy realista pero muestra muy bien determinados elementos de la novela: la playa que es uno de los escenarios más importantes de la novela y cuyas descripciones y escenas de la misma me han encantado y son preciosas (María Martínez sabe transportarte a un cálido día o noche de verano en la playa), un par de veleros y Novalie de espaldas. (Fuente: Elaboración propia).
Una canción para Novalie es la quinta novela escrita por María Martínez aunque, en realidad, la empezó a escribir en la Navidad de 2012 - 2013 antes que Cruzando los limites, tal y como ha confesado la propia autora en su blog y en las redes sociales, y lo hizo como una novela juvenil tradicional y fue al reescribirla, aconsejada por su editora, cuando se transformó en un New Adult. Ediciones Urano la ha publicado en España gracias a la colección Fresh! del sello Titania el 26 de octubre de 2015 llegando hace poco a las librerías de Uruguay. Se trata de una edición denominada rústica con solapas que cuesta 17 euros mientras que el e-book cuesta 5,99 euros. Tiene 448 páginas y 37 capítulos de extensión variable más un Epílogo de siete páginas.
Una canción para Novalie cumple con muchos de los requisitos de la Literatura Juvenil, sobre todo, de la ya no tan novedosa etiqueta editorial New Adult que llegó a España hace dos o tres años gracias a autores estadounidenses y que ha calado mucho entre los escritores españoles que están escribiendo cada vez más novelas que se enmarcan en esta etiquetada aún no muy bien definida y todavía bastante desconocida entre los lectores poco asiduos a blogs literarios y poco atentos a las novedades literarias que se suelen anunciar a través de distintas redes sociales. Los personajes principales más jóvenes de la novela (Novalie, Nick, Lucy, Roberto y Marco) tienen entre 18 y 25 años, ya que los tíos (Aly y Tom) y el padre (Graham) de Novalie, y los padres (Mario e Ivanna) y los abuelos (Teresa y Filipo) de Nick tienen un peso importante en la trama. La historia está contada en tercera persona alternando los puntos de vista de Novalie y Nick aunque de vez en cuando también aparecen el de otros personajes secundarios, lo que enriquece mucho la trama. Se usa un lenguaje más o menos coloquial con un estilo en apariencia sencillo pero bastante elaborado y no hay presencia de abreviaturas ni de lenguaje sms. Apenas he encontrado erratas y he observado que, respecto a Cruzando los límites, el interior de la edición ha mejorado y está más cuidado al haber incluido guiones y signos de exclamación e interrogación en los inicios de capítulos que correspondían.
Al igual que Cruzando los límites, Una canción para Novalie no se desarrolla en un ambiente universitario, sino durante unas vacaciones de verano. Sin embargo, a diferencia de otras novelas New Adult muestra a un protagonista masculino que está haciendo el doctorado en Musicología y lleva ya algún tiempo dentro del mundo profesional que, en este caso, es el de la música, algo que está muy bien reflejado en la novela. Una de las cosas que más me ha gustado de la novela es la valentía y el riesgo que ha corrido María Martínez al tratar la “crisis de los 25” y a la que no se le suele prestar mucha atención por estar bastante eclipsada por las más mediáticas crisis de los 30, los 40, los 50… y que suelen tener bastante presencia en las novelas, las películas, las series de televisión... Desde que pasé mi particular “crisis de los 25”, creo bastante en que tarde o temprano todos la sufrimos sintiéndonos bastante perdidos y que en torno a los 23 y los 27 años se producen cambios importantes en la vida de muchos de nosotros (conozco unos cuantos casos y otros los intuyo) y que no suelen ser fáciles de gestionar. Algunos piensan que llevo tiempo bastante obsesionada con esta idea llegando a ser muy cansina y a darle demasiadas vueltas a algo que en apariencia es una tontería (yo que siempre he sido muy luchadora, la sonrisa me surge con mucha naturalidad y no acostumbro a rendirme a pesar de los obstáculos, llegué a tirar la toalla y dejar de sonreír y después de confesar esto habrá quien seguirá pensando que es una chorrada lo que me pasó hace cuatro años) pero algunas conversaciones y lecturas de posts que encuentro por las redes sociales me dan parte de razón.
Los personajes de Novalie y Nick son bastante complejos, redondos e imperfectos. Están muy bien construidos y llenos de matices. Nickolas Grieco es, junto al personaje de Sebastián Nualart de Doce años y un instante de Anna Casanovas (algo que tienen en común ambas historias es que son novelas donde tienen mucho peso los sentimientos y las emociones), uno de los mejores protagonistas masculinos que me he encontrado en la novela romántica contemporánea y el mejor personaje masculino dentro de lo que hasta ahora he leído de New Adult. El resto de personajes y las situaciones que se dan en la novela también son realistas, cercanos y creíbles.
Entre las pocas referencias culturales que nos encontramos en la novela y donde predominan las musicales podemos mencionar Veronica Roth, Bach, Mahler, John Green, Pratchett, el McDonald’s, Claro de luna de Beethoven, Amelie, Franz Liszt, Chaikovski, la MTV, los Beatles, Queen, Stravinski, Mendelssohn. Google, Tiger Woods, la Playboy, la Sonata para piano nº16 de Mozart, West Side Story, el New York Times, El lago de los cisnes, la Blackberry, Shakespeare, Schubert o el iPad.
Una canción para Novalie se desarrolla durante los meses de junio y octubre de un año que nunca se llega a mencionar en la isla de Bluehaven en el estado americano de Maine. En un capítulo (más el Epílogo) viajamos a Boston y en otro a Viena. También se mencionan Houston, el Área 51 de Nevada, España, Verona, Salzburgo, Budapest, Moscú, Alemania, Francia, Praga, Nueva York, Londres y Aspen.


Valoración “Una canción para Novalie” (María Martínez):
10/10



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2 comentarios:

  1. Como siempre una reseña muy completa y bonita, estoy de acuerdo contigo, a mi también me gustó mucho este libro, me transmitió muchas cosas y aunque sufres, también viven momentos muy bonitos junto a Novalie y Nick. Y gracias por mencionar mi reseña. Un besito guapa.

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  2. @La Narradora, muchas gracias por comentar y por las palabras tan bonitas que le dedicas a mi reseña. Un beso, Elena Velarde.

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