22 feb 2013

Pinceladas de metodología de excavación arqueológica

En la entrada de hoy voy a ilustrar con fotografías y breves descripciones algunas de las actividades más características de una excavación arqueológica. El único objetivo de esto es acercar de una manera amena el trabajo de los arqueólogos al público en general.
El horario de trabajo de las excavaciones empieza entre las 7 y las 8 de la mañana y se trabaja de lunes a viernes, en muchas de ellas se trabaja en turnos de mañana y tarde, y en algunas también se trabaja los sábados por la mañana. Normalmente en las que se llevan a cabo durante el período estival el equipo de excavación convive durante su realización.
Panorámica de la excavación del yacimiento Jardín de Alá en el municipio sevillano de Salteras durante el mes de marzo de 2006. Se trata de la primera excavación en la que participé gracias a una optativa (Técnicas y Tendencias en Arqueología) que di durante el segundo cuatrimestre cuando estaba en primero de carrera. El informe de esta excavación lo podéis encontrar en el Anuario Arqueológico de Andalucía 2006, que se publicó en 2011. (Fuente: Elaboración propia).
En una excavación pueden aparecer restos óseos, por lo que un arqueólogo deberá saber algunas técnicas básicas relativas a este tipo de materiales como delimitación del esqueleto y la meticulosidad que requiere debido a su fragilidad y a la cantidad de información que contienen. Hay que ser muy cuidadosos y tener mucha paciencia porque es un trabajo que requiere mucho tiempo y atención. Esta fotografía corresponde a la excavación que se realizó en el Anfiteatro Romano de Carmona durante el mes de julio de 2011 y que fue la última excavación en la que he participado. Dicha excavación formaba parte de las prácticas de campo del Máster Interuniversitario en Arqueología de las Universidades de Sevilla y Granada que hice durante el curso 2010 – 2011. (Fuente: Elaboración propia).
Un aspecto muy importante en la arqueología de campo es documentar todo porque la excavación es destrucción. Empezaré con la documentación escrita que consiste en el diario de excavación, cuyas anotaciones nos ayudarán a rellenar las lagunas que nos podamos encontrar cuando tengamos que redactar el informe y la memoria de la excavación, y las fichas estandarizadas, que son los papeles que sujeta la joven italiana de la foto. En esta panorámica podemos observar el método de excavación arqueológica que propuso Andrea Carandini a principios de los 90 en sus Historias en la tierra: manual de excavación arqueológica publicado por la editorial Crítica en 1997 y donde adoptó el sistema Harris a la arqueología italiana. La foto pertenece a la campaña de excavación del verano de 2007 en la Villa Romana del Casale (Piazza Armerina, Sicilia, Italia). (Fuente: Elaboración propia).
Tan importante como la documentación escrita son la gráfica y la fotográfica, la cual hoy día se hace con una cámara de fotos digital. Se tienen que hacer dibujos de planta de todas las unidades estratigráficas que se excavan, al igual que los perfiles y de aquellos hallazgos que se hagan y que tengan cierto valor. Los dibujos se hacen a escala, en papel milimetrado y con un lápiz o mina. Normalmente se utilizan bastidores de madera para poder dibujar de pie. Se suelen hacer esbozos y croquis en los diarios de excavación y/o en las fichas. Esta foto pertenece a una práctica de dibujo arqueológico formaba parte del citado Máster y que se realizó a finales del mes de mayo de 2011 en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). (Fuente: Elaboración propia).
Un material que es muy frecuente en las excavaciones arqueológicas es la cerámica. Durante el trabajo de campo ésta se excava, se limpia, se sigla y se clasifica mientras que en el laboratorio se dibuja, se fotografía y se analiza. Esta foto la hice mientras algunas de mis compañeras españolas e italianas lavan la cerámica que se encontró durante la campaña de excavación del verano de 2007 en el yacimiento de la Villa Romana del Casale (Piazza Armerina, Sicilia, Italia). La cerámica se lava en cubos que se llenan de agua y usando cepillos para después dejarlas secar al sol. (Fuente: Elaboración propia).
Cuando se excavan restos óseos, éstos se han de documentar, dibujar y fotografiar antes de extraerlos pero también hacer de recibir una limpieza superficial en el propio yacimiento antes de entregárselos al antropólogo físico para su estudio. Los huesos se pueden limpiar en seco con un cepillo de dientes adquiriendo una tonalidad grisáceo o se pueden lavar con agua y secado al sol obteniendo así un tono ocre. Esta foto pertenece a la excavación de urgencia del yacimiento Jardín de Alá en el término municipal de Salteras (Sevilla) en el mes de marzo de 2006. (Fuente: Elaboración propia)
Sé que la excavación es el aspecto más atractivo del trabajo de un arqueólogo pero también es la parte más dura, meticulosa y lenta, sin embargo, es la más gratificante en el momento en el que se produce el hallazgo y soy consciente del importante papel que ha jugado en mi elección por esta profesión tan llenas de mitos. Esto me sirve de conclusión a esta entrada con la que he intentado dar una imagen de la excavación mucho más cercana a la realidad y bastante alejada, por tanto, de Indiana Jones.

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